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Ella lo veía pasar, pero no le decía nada, sólo quería que la viera, pero no hacía nada para llamar su antención. Deseaba que se diera cuenta de su presencia, pero él estaba en su propio Universo y no se percataba de su existencia. Todos los días hacía el mismo recorrido con la esperanza de que, algún día, él se diera cuenta que estaba allí... Más de una vez lo pudo saludar, él le dijo "Buen día" y ella de aquel momento no se olvidó más. Ahora, se queda esperando que pase, pero no se desespera más, lo vé unos minutos y le basta, porque sabe que él no le hablará. Tal vez es su obsesión, pero de a poco va desistiendo, pues sabe que debe buscar otra relación, que no puede estar con él en este momento. Anoche, cuando él paseaba a su perro y ella hacía ejercicio, se encontraron en el parque, pero no lo vió hasta que no se le puso adelante. Ella hizo un comentario sobre su perro, él sonrió. Luego se sentaron y la conversación fluyó. Lo observó, lo escuchó y entendió que nose percataba de que ella estaba allí, aquellas veces en que se cruzaban, porque él estaba con mucho trabajo y acelerado hacia todos lados. Al final del día, se despidieron como buenos vecinos. Ella quería besarlo, pero hubiera arruinado el momento, así que lo saludó con un beso en la mejilla y prometieron darse la oportunidad de conocerse mejor y ser amigos. Aunque ella quería algo más, aceptó y aún tiene la esperanza de que, en un futuro, le dé una oportunidad de entablar algo más que una amistad, una relación...