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Él provocaba en ella algo que hace mucho tiempo no deseaba con tanta emoción. Siempre jugando con sus caras y sus cuerpos, pero sin concretar nada. Hasta que un día, se animaron a darse un beso y fue maravilloso, al menos para ella. Durante ese día y algunos que siguieron, se quedó pensando en aquel beso que no quería que se termine nunca...
Por un largo tiempo no pasó más nada... ella lo extrañba y no sabía si había hecho bien en besarlo y desearlo tan fervorosamente.
Ayer, volvió a verlo, siguieron jugando y volvió a pasar aquello que tanto quería. Pero, esta vez, fue mucho más intenso y no quería que fuera a cumplir con sus obligaciones, porque lo deseaba más que nunca... pero, recapacitó y lo dejó ir... Aquel día habían caminado hablando de la vida misma, recordando viejas vivencias y conociéndose cada vez más...